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ıllı Padres y Madres
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PADRES Y MADRES DEL COLEGIO DIOCESANO
LOS PADRES DEL COLEGIO DIOCESANO
Los progenitores son los primordiales responsables de la educación de sus hijos. Tienen como misión velar por su cuidado y educación (familiaris consortio). En esta bastante difícil labor no están solos, y para ser ayudados escogen el colegio/instituto buscando un género de educación congruente con sus convicciones.
Por este motivo, al inscribir a su hijo en un Colegio Diocesano, está en su derecho a demandar una educación cristiana, esto es, que el colegio/instituto favorezca que los pequeños y jóvenes se descubran como hijos de Dios y experimenten su amor.
Los progenitores, con su conducta diaria y testimonio, deben favorecer la auténtica educación integral de sus hijos proponiéndoles a Jesucristo como Camino, Verdad y Vida.
Los progenitores tienen el derecho y el deber principal y también inalienable de instruir a sus hijos y hallan en el Colegio Diocesano una ayuda imprescindible para cumplir con este derecho y este deber.
Para esto, los Padres y Madres del Colegio Diocesano:
1) Deben reconocer, respetar y respaldar la tarea diaria del personal del centro con sus hijos, en todos y cada uno de los campos.
2) Tienen el derecho y el deber de participar en la comunidad educativa y el colegio/instituto los va a acompañar en la educación de sus hijos, y va a facilitar que los progenitores reciban información-capacitación que les asista en la esencial misión de instruir a sus hijos.
3) Los progenitores y el centro sostendrán estrecho contacto, van a tener una relación de diálogo y respeto mutuo para instruir en comunión a los pequeños y jóvenes. Asistirán al centro toda vez que se les requiera, y de igual modo, van a ser atendidos cuando lo pidan.
4) Van a tener disponibilidad y esplendidez para participar de forma activa en los órganos agremiados del centro, asumiendo el compromiso en la escuela como una dimensión propia de su vocación a la educación de sus hijos.
5) Como miembros de la comunidad educativa, van a estar abiertos a cooperar en todas y cada una aquellas actividades que el centro plantee para el mejor desarrollo de sus hijos, y asimismo van a poder plantear otras.
6) Van a deber acompañar la puesta en práctica del carácter propio, y pedir, en su caso, que se realice en todas y cada una de las realidades en que este carácter se específica.